Campo y cielo en blanco y negro

Tu eres el único responsable

Cuando te das cuenta que tú eres el único responsable de lo que te sucede en la vida es cuando ya no tienes excusa para quedarte cruzado de brazos.

Ya no puedes culpar al otro y esperar que cambie, ya no puedes responsabilizar a la situación y despreocuparte esperando que el mundo cambie.

Es hora de despertar el mago que tienes dentro y hacer magia, es hora de crear aquel mundo que siempre has querido.

 

El orden es el siguiente:

Tú creas en función de tu estado interior, esto sucede independientemente de tu estado de consciencia.

El mundo vibra y tú lo percibes con tus sentidos. Lo interpretas a tu manera, con los colores de tú estado interior en el momento de la percepción.

El mundo que percibes te da el resultado de tu creación. El mundo te hace de espejo.

No estamos separados del universo, estamos en una misma matriz cuántica. El universo está creado por todos sus componentes, tú, yo, cada uno de nosotros creamos este universo. Cuando hablo de la palabra crear es porqué tenemos la capacidad creadora, y aquello que creamos lo lanzamos al universo y este nos lo devuelve.

Hay un universo invisible formado por partículas tan pequeñas que nos creemos separados de ellas. Nos limitamos a nosotros mismos creyendo que lo que existe es lo que vemos y tocamos. Pero el mundo material que conocemos con los sentidos es tan solo una realidad material dentro de una realidad energética. Imaginad poner toda la energía de todos los pensamientos y todos los corazones de todas las personas físicas en el planeta en una misma realidad. Veis lo que se puede llegar a crear?

Un pensamiento no puede existir si no hay una carga eléctrica que lo genere. Aquí la importancia de la intención, pero de esto hablaremos en otro momento.

 

¿Acaso somos conscientes de nuestra propia creación?

La vida es una escuela. Las personas con las que vivenciamos situaciones no necesariamente placenteras son pruebas a superar. La prueba se supera o no en función de nuestra reacción. Si conseguimos mantener la calma, y terminamos la experiencia con una comprensión mas allá de la propia mente, con aceptación, con amor, nos liberamos y pasamos a siguiente prueba. De lo contrario si nos alteramos, si nos resistimos a ver lo que nos enseña la situación, la vamos a juzgar, nos vamos a resignar y tan solo vamos a conseguir que la vida nos vuelva a poner otra situación de características similares en el futuro.

En la vida no hay personas mejores ni peores, cada uno nace con unas características  especificas a su proceso de crecimiento.

Hay un yo superior que está en contacto con el verdadero conocimiento, el inconsciente envía constantemente mensajes, generadores de duda en potencia, al consciente. En muchas ocasiones este último no sabe como interpretar la información del yo superior y se paraliza sin saber que dirección tomar.

Las personas próximas en tu vida son pruebas a superar, van a hacer cosas, decir cosas o tener comportamientos que van a generar reacciones en tu interior. Van a despertar en ti aquello que podrías mejorar; sentimiento de culpa, sentimiento de superioridad, sentimiento de inferioridad, odio, rabia, impotencia, miedo, celos…¡Esto es faena! Todos estos sentimientos y emociones nos desagradan. Muchas veces se despiertan a tal velocidad que no somos conscientes de su existencia ni de su origen. Si no somos conscientes de lo que los genera nos vamos a resistir al cambio, la ignorancia evita el cambio.

El sentimiento que te genera ser consciente de que estás haciendo algo que puedes cambiar y no lo haces es tan grande que puede hacer que canalices tu resistencia (ira, cólera, impotencia) hacia la persona o situación que despertó el sentimiento original.

El mundo está lleno de individuos con distintos grados de evolución, no son ni mejores ni peores, se nos pone juntos para que aprendamos los unos de los otros, para que nos aceptemos. Ser humano significa tener ego “deshacerse del ego es un trabajo que debemos hacer todos”. Todos estamos hechos de la misma esencia, el ego se forma cuando vemos que cada una existe en un recipiente aparte. Pero en realidad todos los recipientes están llenos de lo mismo.

Cuando no aceptas alguna parte de alguien, en vez de intentar cambiarla, o hacerle daño por hacerte sentir mal por algo, pregúntate: Qué es aquello que me desagrada tanto de esta persona? Es la manera como me trata, como me hace sentir? que es aquello de mi que no me gusta o no acepto?

Hay una metáfora muy gráfica que leí hace tiempo y dice: cuando exprimes una naranja sale la esencia de la fruta. Sale zumo de naranja. No sale zumo de piña o de tomate.

Del mismo modo, cuando alguna situación te estruja hace salir lo que hay dentro, si hay amor es lo que saldrá y si hay cólera o rabia… Al final todo depende del juicio final que tú, el verdugo, hagas de ti mismo. Si sale algo que no te gusta te puedes hacer el loco y culpar a alguien, o hacerte responsable, pasar tu momento de duelo y empezar a cambiar.

Todo el mundo habla mal del ego, de lo malo que es y que debemos deshacernos de él, pero tiene una función muy importante. El ego está aquí para ayudarte a hacer el proceso, ayudarte a darte cuenta de donde te equivocas, pero al mismo tiempo te ayuda a abrir los ojos. El proceso normal hacia una salud espiritual es dejar que la humildad crezca por encima  del ego, a ser posible hasta su mínima expresión.

Si no te das cuenta de qué has hecho algo mal no lo puedes corregir, este es el ego, el que te hace sentir mal cuando haces algo equívoco. Lo sabrás porque el ego nunca se equivoca. Nunca es culpa suya.

Todo vuelve a lo mismo, para identificar el ego tan solo hace falta identificar el tono de voz que tiene, las expresiones que utiliza.

Si hay un ego demasiado grande, lo sabemos porque el amor deja de estar presente. El ego es crítico, el ego juzga, el ego compara, el ego siempre tiene razón, detrás del ego está el miedo. Miedo a dejar de existir… miedo a no ser amado…

En una relación, el ego es el que hace que se discuta por ver quien tiene razón, quien gana, al ego no le importa que se haga daño a la otra persona, no pone por delante al amor, porque de hacerlo estaría renunciando a la victoria. Si hay amor no hace falta ganar, porque ya tienes lo más importante de todo: amor, luz.

El ego pone limites entre las personas, diferencias y separaciones, el amor lo junta todo, no hace separaciones ni comparaciones basadas en prejuicios.

Si observas cuidadosamente te darás cuenta de que las enseñanzas están delante de tus propios ojos. Observa cómo te comunicas con la gente y verás cómo te comunicas contigo mismo. Observa cómo tratas a la gente y sabrás como te tratas a ti mismo. Observar, en este caso, quiere decir ser consciente de aquello que no te gusta, aquella parte que escondes de ti mismo. Todos podemos poner una buena cara en un momento dado, pero somos genuinos? somos sinceros con nosotros mismos? somos sinceros con los otros? Entiendo que: quien es sincero pierde las amistades, y entiendo que hay un protocolo a seguir a nivel social.  La idea es de observar cómo nos hace sentir las otras personas.

Imagina una persona con baja autoestima. Por las razones que quieras poner. Ello significa que no te quieres a ti mismo tal y como eres, no te aceptas tal y como eres. La mente ha crecido repitiendo una serie de pensamientos cogidos del entorno; padres, escuela, amigos, sociedad… que pueden adoptar mil formas distintas: no se hacerlo mejor, lo hago mal, no soy bueno haciendo x… así es como se expresa verbalmente una persona con una baja autoestima.

El ego, que aparece para protegerte, al memos es lo que cree, crea una serie de estrategias para protegerte de lo que te hace daño. Si tú crees que tu pareja no te quiere, vas a terminar la relación buscando las mil y una escusas para dejar de sentir el rechazo que tú sientes generado por tus propias creencias, no necesariamente la realidad.

Cuando uno se quiere a si mismo, no necesita que le quieran, acepta el amor que le puedan dar en su forma porque todo el amor que necesita fluye de si mismo. Cuando uno no se quiere a si mismo espera que el amor que no se da a si mismo le venga del exterior.

Uno está lleno y no necesita llenarse, el otro está vacío y no se llena porque los agujeros son demasiado grandes.

 

Cómo se comunica con uno mismo una persona que tiene una baja autoestima?

Debes escuchar las palabras que tu mente va murmurando sin parar y van echando raíces.  Los pensamientos son parecidos a los anteriores y pueden variar mucho en la forma, lo interesante está en ver: qué puede despertar estos pensamientos para parar la cadena de pensamientos que le siguen.

Cualquier situación que haga que tu ego se sienta herido valdrá. Si alguien tiene mucho de algo que tu anhelas, te va a recordar aquello de lo que tu careces, puede ser material, o no material. Imagina que alguien es “bueno” al menos es lo que tú crees, si tú no te consideras una buena persona, creer que alguien lo es va a hacer despertar tu ego.

¿Y que es lo que hace el ego? Va a comparar tu persona con la otra persona. ¿Y que sucede entonces? Va a hacerte sentir mal porque como el ego está separado de todos, si el otro es bueno tú solo puedes ser menos bueno, o sea malo, y allí despierta el sentimiento de no quererse del que hablamos.

 

Recuerda que tú no eres tu ego.

¿Cómo se protege el ego? Se engaña!

¿Cómo lo hace? Va a intentar criticar y juzgar aquello que considera el culpable de su malestar. Y claro va a ser siempre otro, nunca uno mismo, nunca el ego! Va a menospreciar al otro  o,  va a auto convencerse para no sentirse inferior y despertar este sentimiento tan doloroso: el de no quererse.

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